jueves, 15 de noviembre de 2012

EL REGRESO

Cuando pude, por fin,
regresar de la Nada...
me encontré que la fuente,
ya despierta cantaba.

Que la noche cedía
su paso a la mañana;
inundando mi cuerpo
con caricias de sol
y risas de campanas.

Palpitar de palomas
y brisas de azahares
fecundan mis entrañas;
germinando ilusiones,
amores y esperanzas.

El umbral de las sombras
deja su paso al alba,
y el rumor de la voz
fluye como torrente
bajo el crisol del agua.

Cuando pude, por fin,
regresar de la Nada,
me encontré con un alma
que mi cuerpo habitaba.

©Carmen Aguirre

Publicado en la Revista La Farola 1996

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