regresar de la Nada...
me encontré que la fuente,
ya despierta cantaba.
Que la noche cedía
su paso a la mañana;
inundando mi cuerpo
con caricias de sol
y risas de campanas.
Palpitar de palomas
y brisas de azahares
fecundan mis entrañas;
germinando ilusiones,
amores y esperanzas.
El umbral de las sombras
deja su paso al alba,
y el rumor de la voz
fluye como torrente
bajo el crisol del agua.
Cuando pude, por fin,
regresar de la Nada,
me encontré con un alma
que mi cuerpo habitaba.
©Carmen Aguirre
Publicado en la Revista La Farola 1996
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